Sumérgete en la hospitalidad contemplativa de Pueblo del Sol

El proyecto de transformación humanitaria, presenta su propuesta de hospitalidad concebida para procurar el bienestar integral, reconectar y reflexionar cobijado por la tranquilidad de las montañas de la Sierra de Oaxaca.

Por: ALW Redacción | Fotografías: Marco Rakurai | Marzo 26, 2024

Ubicado a tan sólo una hora de Puerto Escondido, los nómadas contemporáneos son acogidos para hacer una pausa de la cotidianidad y entregarse a una travesía contemplativa mientras realizan un reencuentro con la naturaleza.

Esta iniciativa nace como una petición de los antiguos visitantes de Pueblo del Sol, que buscaban apartarse en la tranquilidad de la montaña en un sitio donde los principios de sostenibilidad, mismos que fuesen visualizados por su fundador, Ezequiel Ayarza Sforza, han cristalizado una nueva realidad en equilibrio con el entorno.

A partir de esta premisa y con el propósito de que otros viajeros tengan esta oportunidad se delineó una experiencia inmersiva para que el huésped se ocupe únicamente de disfrutar de un reposo absoluto en confortables refugios y se deleite con una excepcional propuesta gastronómica.

En consonancia, también se elaboró un programa de retiros, con una duración mínima de dos noches, para encontrar la paz interior y realizar un viaje de autodescubrimiento. Su enfoque es nutrir el cuerpo, la mente y el alma a través de la introspección y el contacto con la calma y la exuberancia selvática.

Alojarse en Pueblo del Sol es vivir jornadas serenas que colman los sentidos; desde el alba con el susurro de las aves mientras los primeros rayos son tamizados por las copas de los árboles tropicales, hasta el ocaso en torno al calor de una fogata.

Cada una de las cuatro cabañas para dos personas de su eco-lodge cuenta con baño privado y balcones desde los cuales se aprecian las infinitas panorámicas del valle. En su cálido interior se aprecian las tradiciones y las costumbres de los habitantes locales a través de piezas artesanales y mobiliario que ha sido realizado a mano en aromáticas maderas tropicales por el maestro ebanista de la comunidad.

En el restaurante Al Monte, a cargo de los chefs Vanessa Franco y Andrés Trujillo, se prepara una cocina que evoca la esencia bucólica y rústica de la montaña a base de ingredientes de temporada.
La dupla venezolana, con una vasta trayectoria internacional, ha concebido el menú, el cual está incluido en las estadías, a partir de la reinterpretación de la culinaria oaxaqueña y su emblemática sazón, mientras aplican en cada platillo su pericia técnica y bases de gastronomía y panadería francesa.

Gracias a la cosecha de los huertos de Pueblo del Sol y de los productos de las cooperativas cercanas se rinde tributo al sabor de la tierra, a la vez que se garantiza la frescura, la calidad y la trazabilidad, principios fundamentales de la alimentación sustentable.

Entre sus imprescindibles para el desayuno están el pan de masa madre, la avena overnight, el panqueque de elote y mantequilla avellanada, los chilaquiles rojos con huevo al comal y las embarradas.

En el almuerzo y la cena se sirven ensaladas con brotes, hortalizas y queso chiapaneco, la berenjena al ajillo, el poro rostizado con pistache y perejil, el mole verde con arroz, la pesca del día, los tacos de barbacoa de res y las tlayudas, estas últimas en versión original y vegetariana. La carta se marida con bebidas naturales, aguas frescas y una selección de vino, mezcal y cervezas.

Entre las actividades que Pueblo del Sol ofrece para realizar durante estas jornadas de sosiego están las caminatas para embelesarse con la vegetación y la fauna, excursiones a las cascadas secretamente resguardadas en la cordillera, descensos en tirolesa, talleres de cerámica y ebanistería, sesiones de yoga y meditación y las labores del apiario donde se produce la miel mono y multiflora con notas afrutadas; esta visita es ideal para quienes buscan una inmersión en las tareas de la colectividad.

Los recorridos pueden complementarse con un servicio de picnic en el que los chefs Franco y Trujillo realizan un guiño al gusto y las recetas de las fondas mexicanas con sus preparaciones que se saborean al calor del comal con tortillas hechas a mano.

Entregarse a la más absoluta tranquilidad también es posible con los tratamientos y servicios de spa en los que se utiliza la línea de cosmética natural de Pueblo del Sol, a base de aceites esenciales y que aprovecha los beneficios de la miel, el café y el cacao. Terapistas especializados se encargan de realizar los masajes con distintas técnicas: holísticos, deep tissue, reiki y deportivo fisioterapéutico, a los que incorporan elementos de sabiduría ancestral y la herbolaria para convertirlos en rituales sensoriales.

Pueblo del Sol es un destino para evadirse de la vorágine y reencontrarse con la serenidad en las laderas boscosas, donde la tierra es fértil y bondadosa con la flora y la fauna que la habita desde tiempos remotos y que se conserva gracias al esfuerzo y compromiso de sus moradores.

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